jueves, 29 de enero de 2015

Jornada técnica del Granado AVA-ASAJA 2015 (II) D. Isidro Lopez Martín

Poco hay que hablar de este tema si no se quiere uno meter en berenjenales.
Isidro López en su charla intentando dar luz al tema de los seguros
Isidro intentó dar unas pinceladas de lo que ofrecía el seguro y las precauciones que hay que tener para saber que es lo que aseguramos.
La verdad es que el tema de los seguros es muy complejo y que en tan poco espacio de tiempo es difícil aclararlo.

Eso si, se puso a la disposición para que si alguien lo requería, poder entrar en detalle. Por suerte se le ve con las dotes necesarias de paciencia y diálogo para poder aguantar una pesada sesión de detalles, clausulas y supuestos con los clientes.

El problema de los seguros surge cuando los tienes que utilizar. Los seguros son equiparables a los juicios, que aunque los ganes siempre sales perdiendo.

Podemos caer en el error que el seguro agrícola es parecido a un seguro del hogar o un seguro de coches. Pues no tienen nada que ver, lo único que se parece es en la nomenclatura aplicada. Si tu tienes un siniestro en el coche que está cubierto, tu recibes compensación. En el seguro agrario no tiene por qué ser así. Veamos un poco por encina como funcionan los seguros agrarios.

Si imaginamos que la negociación con los seguros agrarios es un partida de cartas, esta partida no está igualada, ya que el seguro cuenta con unas bazas que tienen todas las de ganar. Veamos cuales son:
  • La franquicia: Mediante este concepto ya no puedes conseguir la repercusión del 100% de los daños. Es como si el seguro fuera un deudor al que le practicamos una quita.
  • Aplicación a explotación y no a parcela: Si el daño no es conjunto a toda la explotación no se cobra. Esta baza en conjunto con la de la franquicia es una apuesta segura para el seguro.
  • Imputación de los daños: Si los daños son por mal manejo de la explotación no son cubiertos. Pero de ahí a culpar al mal manejo de la explotación como causa de todos los males solo hay un paso. A ver como se puede demostrar lo contrario.
  • Condiciones climáticas generales: Se tiene que demostrar que las condiciones adversas han sido generales  de lo contrario no se cobra.
  • Corredor del seguro: El corredor del seguro recibe importantes incentivos si no reporta daños del asegurado. Hay que elegir bien a quien nos tramita el seguro para saber de que parte está.
  • Información complicada: Al contrario de un seguro de coche, aquí las fechas y las descripciones de los siniestros incluidos y sus causas son datos a tener en cuenta, cosa que complica en exceso su elección y comprensión, y siempre se tiene una puerta abierta por parte del seguro para salirse de rositas. 
  • Eliminación de coberturas: Hay cultivos que se están plantando en zonas con exceso de frío. El seguro como tiene cobertura nacional, en vez de decir que no se aplica en determinadas zonas, excluye la cobertura por heladas de alguno de estos cultivos.
La única baza que tiene el asegurado es que si un seguro no responde en un año de siniestro, el seguro va a perder a sus clientes, y a veces esta pérdida de clientes insatisfechos no compensa las indemnizaciones a practicar.

Un agricultor asegurado debe de tener un tramitador de confianza, que le explique cuales son los siniestros más frecuentes y que soluciones le aporta el seguro y mostrar los diferentes escenarios que se pueden tener en cada siniestro incluido con caducidades etc.
Por tanto debe de estar informado y saber si le conviene o no el seguro en función de los cultivos y su situación personal de reservas para poder afrontar adversidades.

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